invisible es la música en el aire: 2010

miércoles, 18 de agosto de 2010

Percibir unas manos

Aquí en mis pupilas alimentadas
por este indescifrable crucigrama
de intrigas;
Queda grabada una ausencia de estrellas.
Queman mis labios solitarios,
tristes
de añorar tus manos ausentes.
Y la pesadumbre de tener que seguir
en esta batalla nublada
de cicatrices,
en un solo presente
hirviendo de luces
apagadas...

sábado, 10 de julio de 2010

Escrito a raiz de... Héctor Castilla

Nunca llegaré a saber qué es lo qué produjo en él aquella reacción:
"Expresión reactiva ante el desprecio, al verme..."
Lo recuerdo todo aún untada de angustia.
Yo , como en un escalofrío
que atraviesa el alma; Me sentí ahogada en el mismo vómito
de su mirada.
El más aniquilante del ser humano. Ahogada y
aún así perpleja y jadeante en mi interior, la lucha para salir a flote ha sido en vano-.

Debe ser qué cómo animales que somos segregamos alguna sustancia que nos hace chocar?
Las energías? La autestima?
O toda una mezcla impensable detrito triturándose para llegar no se a dónde...

Mi única historia era la de conocer a personas de las cuales pudiera aprender, personas
a las que admiro, pero al fín y al cabo PERSONAS, AL IGUAL QUE YO.
Entonces no queda otra, el respeto debe de tenerse siempre.
El que me guste, o no, su manera de escribir. ¿ Hay que distinguir el arte del artista?
En fín; Mi única idea en aquel preciso momento (después de haber superado una separación
y un retorno a mi misma) era la de aún contra marea, hacer un viaje aunque fuera corto,
ver alguna actuación que me gustara; Poder dar el salto de aquel temblor interno a la
seguridad de hacer lo que realmente quería.
Por eso, ya no tuve miedo a volar...
(Incluso me gustó el despegue).
Arranqué con una fuerza que casi no tenía, pero lo hice.
Ya no quería ni lágrimas, ni sufrimiento. Buscaba en aquel presente un futuro cargado de energía
para mí.
Y lo que encontré fue SABOR A HIEL...

Una puede sentir que nada le afecta, una puede tirarse encima un caparazón con concha puntiaguda
una, una, una y otra vez pero la verdad es que la sensibilidad, el corazón quieren salir a respirar de
vez en cuando.
Y es así es como recuerdo aquella noche de Octubre en Madrid. "Noche con sabor a hiel"
y un Madrid visto con catalejo sumado a una lucha de edad y dignidad.

Paradoja: Las situaciones no se pueden forzar. Pero cuando te abren las manos amablemente y crees que hay empatía. ¿Por qué el desprecio? Si realmente no te conocen, si no se puede ver el mar que una lleva dentro ni el tacto de las piedras preciosas enredadas en la yema de los dedos, la certeza de la fusión del alma en una energía, la expresión positiva de parir amor.