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jueves, 28 de abril de 2011

Luis Eduardo Aute - Tiempo al tiempo



No quiero que el tiempo
vaya marcando el paso del verso que me estalla,
no necesita el aire ningún diapasón,
mi voz es el viento.
No quiero y no creo
que el tiempo solicite la luz cada mañana,
qie las estrellas salgan al anochecer,
pues las llevo dentro.
No, no voy a hacerlo más
que cuando miro atrás
no veo nada
y no es cuestión de concederle
tiempo al tiempo, tiempo al tiempo...

Si hay algo que es mío,
es este inexorable latido que me mide
con balas diminutas en el corazón;
yo aprieto el gatillo
para que dispare
lo más pronto posible esa sed de sentimientos
que quedó insatisfecha de tanto esperar.
Ya no espera nadie.

No, no voy a hacerlo más...

Y a mí qué me importa
que la prudencia exija que el tiempo se parcele
para quemar etapas con moderación;
los años son horas.
Después de la noche
no dejaré que vuelvan las horas a su sitio,
la geografía deja de ser inmortal.
El fuego es el orden.

No, no voy a hacerlo más...

Poesía y música con Ismael Serrano y Rodolfo Serrano, en Civican

Ismael Serrano - Eres

lunes, 25 de abril de 2011

Alejandro Martínez - Contra Jaime Gil de Biedma



CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación —y ya es decir—,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colemena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
—seguro de gustar— es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!



Jaime Gil de Biedma

Sueños -Pablo Guerrero-

Sergio Alzola - Poema de Oliverio Girondo / Hazme volar

Fernando Polavieja canta a Carlos Edmundo De Ory

"EN UN CAFÉ" - C.E. de Ory/Fernando Polavieja by FERNANDO POLAVIEJA


Poema En Un Café
de Carlos Edmundo de Ory




He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste más triste que un tintero
Triste no soy o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero

He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza

Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate

No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde