(Postal de habitación al vértigo)
Pedro Andreu "El Frío" editorial Sloper
Abro, cariño —ahora que no estás—,...
con trabajo y dolor la puerta de la calle.
Me tambaleo imbécil por el living
hasta dar con mi cuarto registrado
por secuaces a sueldo del amor.
Sorteo a duras penas
la ropa y los zapatos que hay tirados,
los jirones de frases
donde todavía me habitas,
restos de pizza que me cené anoche
y tres o cuatro vasos de gin tonic.
Llego luego a la cama y me desvelo.
Trato de hacer dos versos y no puedo.
Vomito sobre el piso alcohol y anfetaminas.
Me cago en este mundo: sin palabras,
sin fuerzas que hagan frente a mi mal fario.
Duermo vestido cuando la luz del día
se acerca a susurrarme pesadillas
mientras el barrio huele a cafeteras
y la ciudad entera a ojeras mal pagadas,
a trabajos de mierda y a tristeza.
Sueño que aún no te has ido,
que no te escribo cartas
desde esta habitación abierta
al vértigo y la nada de nosotros.
con trabajo y dolor la puerta de la calle.
Me tambaleo imbécil por el living
hasta dar con mi cuarto registrado
por secuaces a sueldo del amor.
Sorteo a duras penas
la ropa y los zapatos que hay tirados,
los jirones de frases
donde todavía me habitas,
restos de pizza que me cené anoche
y tres o cuatro vasos de gin tonic.
Llego luego a la cama y me desvelo.
Trato de hacer dos versos y no puedo.
Vomito sobre el piso alcohol y anfetaminas.
Me cago en este mundo: sin palabras,
sin fuerzas que hagan frente a mi mal fario.
Duermo vestido cuando la luz del día
se acerca a susurrarme pesadillas
mientras el barrio huele a cafeteras
y la ciudad entera a ojeras mal pagadas,
a trabajos de mierda y a tristeza.
Sueño que aún no te has ido,
que no te escribo cartas
desde esta habitación abierta
al vértigo y la nada de nosotros.
No hay comentarios :
Publicar un comentario